El planteo por parte del cliente fue la necesidad de utilizar el espacio de balcón que tenía sin uso e integrarlo al dormitorio.

Como premisa de proyecto se tuvo darle prioridad a la vista, ya que la obra se encuentra en la última planta de un edificio ubicado en un sector con vistas a la ciudad y al río, con grandes amplitudes y cuadros visuales imponentes.

Para ello, se realizó un aventanamiento corrido que permite poder estar en el interior sintiendo estar afuera, volando. Se desarrolló un estudio y un vestidor en el antiguo balcón, utilizando una puerta colgada tipo granero que separa del espacio del dormitorio para otorgar privacidad y oscuridad cuando sea necesario.

Se trabajó con un concepto integrado de estructura-mobiliario, ya que el sistema estructural de madera que se “ancló” a la estructura existente del edificio se presenta en su interior con la función de biblioteca y estantería bajo las ventanas.

Las terminaciones elegidas fueron la madera, el ladrillo visto y el hierro. El tono del aluminio acompaña la gama de colores del conjunto, potenciado por los accesorios y la iluminación, generando un espacio íntimo y acogedor, cálido e iluminado, dando intimidad frente a la inmensidad del paisaje.